Los Warriors deben seguir adelante sin Stephen Curry

La peor noticia sobre Stephen Curry no se confirmó el pasado jueves, cuando el base evitó una lesión importante en su pie izquierdo y regresará para los playoffs

Pero tampoco fue la mejor noticia. Que Curry se pierda la mayoría y posiblemente todos los últimos 12 partidos de los Warriors tiene varias ramificaciones sobre los últimos compases de la temporada de Golden State.

Probablemente eso los elimina de la segunda cabeza de serie. Ya parecía una ardua batalla. Incluso si los Warriors ganan en Memphis esta semana - en la segunda noche de un back-to-back para cerrar una difícil expedición de cinco partidos - los Grizzlies aún cuentan con el desempate. La serie de la temporada estaría empatada, 2-2, pero en ese caso, la igualdad favorece al ganador de la división. Phoenix se ha escapado con la división de Golden State mientras Memphis descansa en la cima de la Sudoeste.

Los Grizzlies entraban en el fin de semana con una ventaja de un partido sobre los Warriors, pero son esencialmente dos partidos debido al desempate. También tienen el calendario más fácil en la recta final. Ocho de los últimos 12 partidos de los Warriors son fuera de casa. Aún tienen cuatro back-to-backs más y priorizarán el descanso de los veteranos. Los Grizzlies tienen siete partidos en casa en sus últimos 12 y únicamente dos back-to-backs.

Aún hay partidos difíciles por delante para los Grizzlies. Visitan Utah y Denver en la última semana. Aún tienen a Nets, Warriors, Bucks, Suns y Celtics en Memphis. Así que hay probablemente derrotas por delante, las suficientes para crear un posible camino para que los Warriors escalen por encima de ellos.

Pero eso exigiría un cierre sólido de los Warriors. No es imposible, pero sin Curry, mientras Draymond Green todavía tiene sus minutos limitados y mientras aún se prevé que Klay Thompson - y probablemente otros - descansen en una parte de los cuatro back-to-backs restantes, el nivel de confianza no debería ser alto.

La tercera cabeza de serie no está asegurada. Los Warriors llevan 47 y 24. El Jazz y los Mavericks llevan ambos 45-26 y 43-28, respectivamente. Eso es una diferencia de 2 partidos con los primeros, pero la columna de derrotas es lo más relevante. Utah y Dallas están tres detrás en la columna de derrotas.

Los Mavericks ya han ganado el desempate sobre los Warriors. Han ganado la serie de la temporada, 3-1. Esa ventaja de 21 puntos desperdiciada en casa ante Dallas el pasado mes cobra mucha importancia. Ha abierto la puerta para los Mavericks, que también tienen un calendario más suave en la recta final. Cuatro de sus últimos cinco partidos son contra Wizards, Pistons, Blazers y Spurs.

Utah también tiene una gran oportunidad para asustar a los Warriors. Visitan por última vez el Chase Center esta temporada el 2 de abril. Los equipos se han repartido los dos partidos en Salt Lake City. El ganador de ese partido en la última semana consigue el desempate.

Si los Warriors caen a la cuarta o quinta plaza, un enfrentamiento de primera ronda - sin total conocimiento del estado o ritmo de Curry todavía - contra el Jazz o los Mavericks, puede que sin la localía, sería más difícil que Denver, actualmente sextos, incluso si vuelven a la alineación un oxidado Michael Porter Jr. y Jamal Murray.

Pero el cambio en la segunda ronda es lo que hace más temible una posible caída de la tercera cabeza de serie para los Warriors. Si están en el cuarto o quinto puesto, irían directos a un enfrentamiento contra Phoenix en la segunda ronda - unos Suns que han aplastado a la liga, pueden descansar todo lo que necesiten en la recta final, deberían tener de vuelta a Chris Paul y podrían sacar la escoba en la primera ronda.

Curry, Thompson y Green han jugado un total de 11 minutos juntos las pasadas tres temporadas. Andrew Wiggins ha causado baja por enfermedad en dos de los últimos tres partidos. El cinco titular previsto por los Warriors - Wiggins y Kevon Looney junto con esos tres - nunca ha jugado junto.

Eso es un problema. Pero no es uno que los Warriors puedan evitar. Han reintegrado a piezas importantes antes o durante los playoffs y han seguido ganando. Kevin Durant se perdió seis semanas debido a un esguince en un ligamento lateral interno en su primera temporada con los Warriors, pero regresó un par de partidos antes de la postemporada y ese equipo anotó un 16-1 para ganar el título.

Pero aquellos equipos tenían un margen de erros bastante más grande, desde el punto de vista del talento, y siempre contaban con más tiempo juntos como una unidad colectiva que el equipo de los Warriors de esta temporada. Wiggins nunca ha jugado con Curry, Thompson y Green en el parqué juntos.

Jordan Poole ha elegido un buen momento para aumentar su juego a otro nivel. En 10 partidos en marzo, Poole promedia 23.8 puntos en un 56 por ciento de tiros anotados y un 49 por ciento desde el triple, recién salido de esa caliente actuación solitaria en la segunda mitad contra la pegajosa defensa de Boston.

Esto no es tan desesperanzador como los Warriors de la pasada temporada, que tropezaron con un récord de 2-7 en los partidos que se perdió Curry, dando una impresión general de falta de competitividad. No están del todo bien con un 2-4 sin Curry esta temporada. Pero en esos partidos ha descansado gran parte de la plantilla. Thompson y Green deberían jugar en la mayoría de partidos en la recta final y Poole se salió en Detroit y en San Antonio sin Curry para asegurar esas victorias. Es capaz.

No obstante, se necesitará al Wiggins de antes del parón por el All-Star. Regresó de su ausencia el domingo contra los Spurs. En esa victoria en Detroit sin Curry al principio de la temporada, Poole registró 32 puntos y Wiggins anotó 27. Tampoco necesitan ese tipo de producción combinada constante. Thompson debería ser capaz de asumir una parte. Pero Wiggins no puede ser el jugador tímido en ataque que ha sido durante gran parte del pasado mes, sin llegar a los 20 puntos durante 14 partidos seguidos.

~Ferran On Sports~