El Castellón no pasa del empate ante el Tenerife
Fran Sol anotó en la primera mitad para los tinerfeños, que disputaron más de una hora de partido con un hombre menos y fallaron un penalti, y Rubén Díez respondió al principio de la segunda.
El Castellón buscaba dar un paso más hacia la permanencia en Tenerife. Los albinegros tratarían de seguir con la línea que les había llevado a ganar tres de los últimos cuatro partidos que habían disputado.
Los albinegros formaron en el Estadio Heliodoro Rodríguez López con Óscar Whalley en portería. Rafa Gálvez y Carlos Delgado, pareja de centrales, acompañaron a Adrián Lapeña y a Víctor García en la defensa. Rene Krhin se encargó de conectar la zaga con el centro del campo, que compusieron Yann Bodiger, Jorge Fernández y César Díaz. Finalmente, Juanto Ortuño, que marcó el gol de la victoria ante el Mallorca la pasada semana, se emparejó con Rubén Díez en el ataque.
El cuadro tinerfeño probó en los primeros minutos al guardameta orellut mediante un potente y peligroso disparo de Germán Valera. La jugada demostró el plan de partido local, que trató de acometer su ataque de manera estática cerca del área visitante. Esa planificación previa se vería truncada en el ecuador prácticamente de la primera parte, cuando Javier Alonso vio una tarjeta roja directa tras una entrada sobre Rubén Díez. El Castellón, por su parte, se aferró a un mayor poderío físico en el centro del campo, aunque, durante el primer cuarto de hora, no amenazó el área de Dani Hernández.
El Tenerife sacó rédito de la suave defensa del Castellón en la banda derecha durante los primeros compases del encuentro. Shaq Moore, Valera y Samuel Shashoua se aliaron por ese carril cerca del minuto 20 de la primera mitad para asustar a los albinegros con dos disparos a la madera. El segundo, de hecho, fue repelido en primer lugar por Gálvez en la propia raya de gol y después por el poste. Tras la mencionada expulsión, el partido no varió su tendencia. Los tinerfeños siguieron buscando jugar en entre líneas en ataque y los albinegros eligieron no marcharse a la ofensiva. Además, los orelluts experimentaron especiales dificultades para conectar con Rubén Díez u Ortuño.
Pese a que el Castellón dispuso de una posesión de balón algo más notable con la superioridad numérica, llegado el minuto 40, el Tenerife abrió la lata del partido. Un roce en el punto de penalti en una falta lateral terriblemente defendida por los albinegros confundió a Whalley, que dejó un rechazo franco para la acertada definición de Fran Sol.
Juan Carlos Garrido decidió realizar dos permutas al descanso: Josep Señé sustituyó a Krhin y Marc Mateu ingresó en el terreno de juego por César Díaz. Al ecuador de la segunda parte entró Gus Ledes por Ortuño.
Los albinegros reaccionaron rápido a la vuelta de vestuarios. Tras el primer ataque organizado prácticamente del Castellón, en el minuto 49 un rebote a un centro de Lapeña fue recogido por Rubén Díez, que se orientó la pelota y perforó con su zurda la portería de Hernández.
Los albinegros replicaron la forma de ataque utilizada por los locales en la primera mitad. Los laterales se situaron altos en la ofensiva y ello otorgó a los visitantes la posibilidad de ser más profundos y hacer acopio del dominio en el juego durante el primer cuarto de hora de la segunda parte. Asimismo, los orelluts también encontraron oportunidades al contraataque, la más cristalina errada por Ortuño El Tenerife, por su lado, perdió la iniciativa de la que sí disfrutó durante la primera mitad, a veces entregada en bandeja por los castellonenses.
Llegado el minuto 70, la pesadilla del balón parado volvió a aterrorizar al Castellón. Whalley cometió penalti en un intento de despejar la pelota tras una falta lateral. No obstante, el guardameta aragonés enmendó su error repeliendo el lanzamiento desde los 11 metros a cargo de Nono.
Los albinegros afrontaron los últimos minutos del encuentro siendo dueños del balón por inercia, ya que no mostraron una querencia de los tres puntos, cosa que tampoco demostró su entrenador según las tres únicas modificaciones que introdujo. El juego de los orelluts se basó en los centros al área, donde, al carecer de delantero natural, no consiguieron ser rematados. Otar Kakabadze sí remató, aunque sin acierto, a bocajarro en el minuto 90 para poner el susto en el cuerpo de los albinegros. De esta manera llegó el partido a su fin, con un empate que supo a poco a ambos conjuntos, unos por haber disfrutado de las ocasiones más claras y otros por haber disputado más de una hora con superioridad numérica.
El Tenerife suma su 11.º empate del año y acumula ahora 47 puntos en la tabla clasificatoria. El Castellón firma su séptima igualada del curso y posee 40 unidades en su casillero.
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