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La NBA debería deshacerse de las selecciones para el All-Star basadas en las conferencias
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Rudy Gobert, Luka Doncic, Mike Conley y DeMar DeRozan. Son algunos pocos de los nombres que fueron dejados por el camino de las plantillas para el All-Star de esta temporada. Aunque las omisiones fueron en parte un resultado de la actual abundancia de talento estrella de la NBA, fueron mayormente debidas a un proceso de selección fechado.
Los 24 All-Stars siguen siendo seleccionados en base a la conferencia a pesar del abandono de la liga del tradicional formato de partido Este contra Oeste en favor de equipos elegidos por jugadores en 2018. Este sistema 12 de cada victimiza a jugadores de la superior Conferencia Oeste y ha estado haciéndolo durante la mayor parte de dos décadas.
¿Así que cómo deberían sentirse los jugadores de la NBAsobre un hipotético cambio de las reglas que vea a los 24 mejores jugadores de la liga - sin importar la conferencia - acceder al espectáculo de mitad de febrero? Depende de a quién le preguntes.
Blake Griffin, hombre grande de los Pistons, ha emergido como All-Star desde cada conferencia en su carrera, pero la vida en la clase media-baja del Este puede que haya sesgado su opinión.
"Me gusta todo el tema Este-Oeste," dice Griffin el sábado en el All-Star Media Day. "Da a los chicos en el Este una oportunidad a quienes quizá no están en un buen equipo o no cuentan con un gran récord para llegar al equipo, y es mejor estar ahí. A veces penaliza a los chicos en el Este, pero me gusta la separación."
Damian Lillard, quien ha experimentado la crueldad del sistema actual de primera mano, daría la bienvenida a tal cambio, aunque no espera que ocurra.
"No creo que mucha gente estuviera en contra de éste (cambio), tan sólo por cómo de duro es llegar en la Conferencia Oeste. Pero no puedes menospreciar a los chicos que llegan desde el Este, y como ha sido así durante mucho tiempo, no lo veo cambiando, si soy sincero."
Lillard, cuatro veces All-Star, se quedó a las puertas en la 2015-16 y en la 2016-17 a pesar de promediar 26 puntos y seis asistencias durante ese periodo. Así es la vida cuando solamente de cuatro a seis bases del Oeste pueden lograrlo de un grupo que incluye a Stephen Curry, Russell Westbrook, James Harden, Klay Thompson, y, en ese momento, Chris Paul y Kobe Bryant.
Sam Forencich / National Basketball Association / Getty
Lillard tuvo la suerte suficiente para sobreponerse a esa abundancia de talento estrella. Muchos jugadores regularmente geniales del Oeste, que serían selecciones aseguradas en el Este, jamás lo consiguen. Preguntadle a Mike Conley, por ejemplo.
"Los jugadores me respetan verdaderamente y cada uno de ellos siempre (me) dice, 'Tío, no me puedo creer que no hayas sido un All-Star. Deberías ser uno. Deberías haber sido uno este año,'" dice el base de los Grizzlies a los periodistas en Charlotte, donde formó parte del Concurso de Habilidades del sábado pero no del partido del domingo. "Es lo mismo una y otra vez. Pero está guay saber que al menos ellos lo reconocen."
Después están los tipos que hacen el año de su carrera, lo equivalente en el baloncesto al artista musical del que sólo se recuerda una canción. Jugadores buenos en medio de la temporada de su vida, son rehenes del sistema. Coged a Tobias Harris como ejemplo, quien promedió 20.9 puntos, 7.9 rebotes, y 2.7 asistencias disparando en unos 49-43-87 en 55 partidos para un equipo de los Clippers ganador.
Si Harris hubiera producido al mismo nivel en Philadelphia - donde reside ahora el alero de los 76ers tras un traspaso en la fecha límite - durante el transcurso de la temporada, hubiera sido un claro All-Star. Y sin un formato Este contra Oeste en el mismo partido, la liga no tendría que preocuparse por las logísticas relacionadas con el All-Star tras tal traspaso entre conferencias.
Para empeorar las cosas, el único reemplazo por lesión requerido fue en el Este, donde Victor Oladipo, base de los Pacers, sufrió una lesión en el cuadriceps que terminó con su temporada. El proceso de selección de la liga decreta que un All-Star del Este sólo puede ser reemplazado por otro jugador del Este a pesar de que las conferencias no tuvieran nada que ver en el partido del domingo, es decir, la conferencia inferior acabó con 13 selecciones para las 12 del Oeste.
Adam Silver, comisario, fue preguntado por las posibilidades de este cambio en la celebración del All-Star el año que viene. Silver menciona una razón para mantener el status quo es que los entrenadores, que votan a los suplentes, compiten contra, y por tanto ven, a los equipos y jugadores dentro de su conferencia más a menudo.
Pero el calendario de la NBA está más equilibrado que el de cualquier otra liga deportiva en América del Norte, con equipos jugando múltiples partidos contra rivales de distinta conferencia cada temporada, y es probable que los entrenadores vean baloncesto suficiente para determinar qué jugadores son merecedores del All-Star, independientemente de si compiten contra ellos dos, tres, o cuatro veces por año.
A menudo se dice que el All-Star Weekend es para los aficionados y los patrocinadores, y la mayoría de la asistencia en el Media Day abierto del sábado acentuó que acuden a eventos como este mayormente por sus hijos pequeños y para poder apreciar de cerca a los LeBron, Curry y KD del mundo. En otras palabras, no les puede importar menos si es Khris Middleton o Rudy Gobert quienes consigan uno de los puestos finales.
Pero el All-Star Weekend también se supone que es una celebración para los mejores jugadores del deporte en una temporada dada, y para algunos jugadores de la liga, contratos y patrocinadores lucirán un poco más brillantes con un título del All-Star pegados a ellos. Dejemos que los mejores jugadores se lleven esos títulos.
Como nos recordó el pívot de los Timberwolves Karl-Anthony Towns el sábado: "Nunca sabes cuándo obtendrás otra oportunidad para estar en el partido del All-Star."
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