Los supervivientes Boston Celtics
Hace 4 años, cuando todo parecía fácil para Jayson Tatum, los Celtics lograron llegar a las finales de la Conferencia Este
Aunque LeBron James los enviara a casa eventualmente en un Game 7 en el TD Garden, Tatum no tenía ninguna razón para pensar que el progreso de su equipo se quedaría ahí. Kyrie Irving y Gordon Hayward debían volver de sus lesiones el próximo año. Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart y Terry Rozier únicamente crecerían como jugadores. Los Celtics eran una franquicia dorada cargada de suficiente talento, tanto joven como establecido, para controlar la Conferencia Este durante los años siguientes.
Imagina creer que sería fácil. Esa noción parece cómica ahora, después de todos los ciclos vitales que han experimentado los Celtics desde entonces. Como se ha visto, el dolor era parte importante de su camino. Solo que no sabían a cuánto necesitarían sobreponerse. Cuando alcanzaron las Finales de la NBA la noche del domingo al batir a Miami, los Celtics lo hicieron como supervivientes.
Sobrevivieron al caos de la última temporada de Irving. Las salidas en la agencia libre de Irving, Al Horford y Hayward. El deterioro de la rodilla de Kemba Walker. El escrutinio que llegó de la mano de una temporada y media de juego por debajo del .500. Y ahora, un Game 7 fuera de casa contra Jimmy Butler, Erik Spoelstra y los decididos Miami Heat. Después de que Butler fallara un triple para ponerse por delante con 16.6 segundos restantes, los Celtics escaparon de las finales de la Conferencia Este por primera vez con este núcleo de jugadores.
No sólo durante las eliminatorias. No sólo a lo largo de la temporada. Durante años. Los Celtics son un ejemplo de lo mucho por lo que tiene que pasar incluso una organización exitosa durante cuatro temporadas de la NBA. Tras aquel prometedor viaje a las finales de conferencia en 2018, Irving y Hayward volvieron de sus lesiones, pero la mezcla no funcionó con ellos disponibles. Walker cargó los Celtics durante un tiempo breve como reemplazo de Irving, pero su salud resultó ser eventualmente un problema importante.
Los Celtics alcanzaron las finales de conferencia de nuevo en la burbuja de 2020, pero no pudieron soportar al Heat al final de los partidos. Smart y Brown se enfrentaron en un caliente intercambio tras perder el Game 2 de aquella serie. Mientras los Celtics sufrían durante la siguiente temporada y media, Danny Ainge dimitió, Brad Stevens pasó a la directiva e Ime Udoka se presentó listo para desafiar a todo el mundo. Boston traspasó a Walker, readquirió a Horford y lo intentó de nuevo con el mismo núcleo de jugadores que había perdido ante los Cavaliers cuatro años antes
Nada hizo clic de primeras. En las profundidades de un inicio de 18-21 de los Celtics, Tatum escuchó que era egoísta. Los críticos hacían cola para preguntarse su Tatum y Brown podían ganar juntos. Durante meses, los Celtics sufrieron para aprender la manera en la que Udoka quería que jugaran. Los problemas podían haberlos roto.
Los Celtics discutieron entre ellos ocasionalmente, como hicieron en noviembre después de que Smart resaltara la necesidad de que Tatum y Brown se desarrollaran como pasadores. En ese momento, la tensión rodeaba el equipo. Incluso días después, Brown no se olvidaba de los comentarios de Smart. Quizá los Celtics lo necesitaban. Quizá lo necesitaban todo. Los debates internos. Las derrotas importantes. El foco en sus debilidades.
Otros factores ayudaron a la transformación de los Celtics. Udoka apretó los botones correctos. Robert Williams emergió como un pívot del segundo equipo defensivo. Stevens realizó una serie de cambios afinados en la plantilla mientras construía una rotación llena de envergadura y capacidad defensiva. Grant Williams, Payton Pritchard y Derrick White, adquirido en la fecha límite de traspaso, se convirtieron en una segunda unidad fiable.
Sin embargo, los Celtics superaron el escenario de sus anteriores fracasos porque su núcleo de jugadores estaba listo para llevarlos al siguiente nivel. Smart ganó el premio a Jugador Defensivo del Año y floreció durante su primera temporada como base a tiempo completo. Tatum y Brown avanzaron lo suficiente como organizadores para elevar a los hombres a su alrededor. Horford dio seguridad a los Celtics durante su segunda etapa en Boston.
Para alcanzar las finales, los Celtics tuvieron que superar el desafío de la Conferencia Este. Quedaron encuadrados con Kevin Durant, Irving y los Brooklyn Nets en la primera ronda y avanzaron para encontrarse con los Milwaukee Bucks, vigentes campeones, en la segunda ronda. Khris Middleton no jugó en la serie, pero Giannis Antetokounmpo compitió al nivel de mejor jugador del mundo y la defensa de Milwaukee retó a Boston a encontrar nuevas vías para anotar. Tras colapsar en el cuarto cuarto del Game 5 y quedar 3-2 abajo en la serie, los Celtics necesitaban ganar el Game 6 fuera de casa y el Game 7 en Boston. Lo hicieron y establecieron una revancha contra Butler y Bam Adebayo, demasiado duros para Boston hace dos temporadas.
Esta vez, han sido lo suficientemente fuertes.
Los Celtics, cansados tras dos series físicas de siete partidos seguidas, no tienen mucho tiempo antes de comenzar las finales el jueves. Saben que su camino no será más fácil con Stephen Curry y los Golden State Warriors esperando, pero han querido un desafío como este siempre. Esta clasificación a las finales ha exigido a los Celtics perseverar a través de años de pruebas. Necesitaban cuestionarse, criticarse y finalmente sobreponerse.
Han estado ahí todo el tiempo. Solo que les ha costado años demostrarlo.
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